PRIMER IMPERIO MEXICANO
México se independizó de España en 1821, tras más de una década de lucha. La consumación de la independencia se logró gracias al Plan de Iguala, propuesto por Iturbide, y la firma de los Tratados de Córdoba, en los que se acordaba que México sería una monarquía constitucional, independiente de España, inicialmente, la corona mexicana se ofrecería a un miembro de la familia real española, pero en caso de rechazo, podría ser ocupada por un mexicano, con la llegada de la independencia, el país se encontró en un vacío de poder. México, que por más de 300 años había estado bajo el dominio colonial, enfrentaba el desafío de construir un nuevo sistema político que pudiera unir a las diversas facciones, la élite criolla, que deseaba mantener privilegios similares a los de la época virreinal, fue quien apoyó la idea de la monarquía, mientras que otros grupos, como los republicanos y federalistas, abogaban por un gobierno más representativo
El 18 de mayo de 1822, tras la presión de grupos militares leales a Iturbide, fue proclamado emperador, su coronación oficial tuvo lugar el 21 de julio de ese mismo año, sin embargo, su reinado estuvo lleno de desafíos: una economía devastada, tensiones políticas internas, y la falta de reconocimiento internacional, lo que llevó a la abdicación de Iturbide en marzo de 1823.
El Primer Imperio Mexicano tuvo una gran repercusión en la configuración de la identidad cultural de México, aunque la monarquía de Iturbide fue breve y marcada por tensiones, representó el primer intento por construir una identidad nacional, en un país recién liberado, el imperio buscó consolidar un sentido de unidad nacional tras la independencia, a través de símbolos y prácticas que representaban la nueva autonomía mexicana, a pesar de su corta duración, el Primer Imperio Mexicano es un capítulo importante en la formación del México moderno, tanto en lo político como en lo cultural y gastronómico.